18 nov 2024
Geometría de un Producto Digital
Explora la estructura detrás de la construcción de un producto digital complejo. A través de la lente de BeatGolf, una aplicación de golf con módulos escalables y sistemas gamificados, esta serie revela mi proceso paso a paso para transformar una idea en una experiencia significativa y funcional.
Desde metodología hasta complejidad y gamificación, este viaje combina diseño, estrategia y perspectiva humana.
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Creo que cada producto exitoso debe basarse en una metodología clara que honre cada etapa de su desarrollo. Mi proceso está moldeado por principios de diseño centrados en el usuario, tomando inspiración de pensadores como Don Norman y Marty Cagan, y construido en una estructura de tres etapas: Discovery, Ideation y Building.
El Discovery es en donde todo comienza. Es el momento de dar un paso atrás y entender el mercado, los usuarios y las brechas que necesitan ser llenadas. En el caso de BeatGolf, comencé analizando productos similares en el ámbito de la tecnología del golf. Rápidamente se hizo evidente que la mayoría de las soluciones existentes fallaban en un punto fundamental: usabilidad. Sus interfaces eran poco intuitivas, excesivamente complejas y estéticamente desactualizadas.
En lugar de competir a través de la sobrecarga de características, elegí diferenciar el producto a través de la simplicidad. Mi objetivo era crear una experiencia que se sintiera fluida e intuitiva, desde el primer toque. Inspirado por las heurísticas de usabilidad de Jakob Nielsen, enfatice la navegación clara, los caminos obvios y un recorrido de usuario que nunca dejara a los jugadores adivinando. Como dice Don Norman en El diseño de las cosas cotidianas, un producto nunca debe depender de manuales para ser entendido.
Realicé un proceso de evaluación para identificar debilidades específicas de usabilidad en las aplicaciones competidoras. Este análisis me ayudó a priorizar la simplicidad y la accesibilidad desde el principio, no como una capa de pulido, sino como un valor de diseño central. Comencé a esbozar wireframes LoFi en el proceso para validar e iterar sobre los flujos de navegación.
En la fase de Ideation, pasé del "qué" al "cómo". Aquí, construí herramientas como Feature Sets, User Flows y Sitemaps para sentar la base estructural del producto. Tomando como referencia marcos ágiles como los descritos en Inspired de Marty Cagan, enfoqué cada característica como parte de un sistema modular. Esto me permitió mantener la escalabilidad sin comprometer la coherencia.
Inspirado por los principios de Lean UX de Jeff Gothelf, encapsulé cada funcionalidad, desde crear partidos hasta scorecards y scoring en tiempo real, en módulos reutilizables. Estos módulos estaban diseñados para adaptarse a diversas necesidades y contextos, reduciendo la fricción y manteniendo el producto central ágil.
Don Norman nos recuerda que la simplicidad no es la ausencia de complejidad, sino la expresión organizada de la misma. Con herramientas como User Flows y pensamiento modular, aseguré que cada parte de la experiencia fuera comprensible y con propósito. El objetivo siempre fue la claridad, tanto para el usuario como para el equipo de producto.
Luego llegó la fase de Building. Contrario a lo que muchos suponen, construir no comienza con maquetas de alta fidelidad o código, sino que comienza con la validación de suposiciones. Usando prototipos LoFi, validé los flujos de usuario clave, recopilé comentarios y refiné tanto la interacción como la estructura antes de sentarme a diseñar las visuales finales.
Una vez validados, avancé con la creación del sistema de diseño visual. Inspirándome en Atomic Design de Brad Frost, creé una biblioteca de UI escalable y consistente. Esto incluyó componentes reutilizables como botones, estilos tipográficos y patrones de diseño, todos documentados en un sistema centralizado. Este enfoque aseguró consistencia entre los módulos, aceleró el desarrollo y facilitó futuras actualizaciones.
En paralelo, trabajé con el equipo de marketing para crear un tono de voz y un estilo de comunicación que coincidieran con la experiencia visual, claro, confiado y emocionalmente resonante. Cada interacción tenía que reforzar la confianza y la usabilidad.
Módulos como Home, MarketPlance y Stats fueron construidos, no solo para verse bien, sino para funcionar sin problemas dentro de la experiencia más amplia. Lo más importante es que toda la aplicación está impulsada por un sistema de administración basado en la web que permite un control total del cliente sobre el contenido y las características, asegurando adaptabilidad, autonomía y escalabilidad.
Diseñar productos complejos no significa hacerlos complicados. Significa organizarlos. En BeatGolf, el principal desafío fue crear Módulos altamente personalizables: más de 20 tipos de partidas, Scorecards básicas y avanzadas, una comunidad, y más.
Trabajé basado en el User Story Mapping, como propuso Jeff Patton, para visualizar necesidades de los usuarios y flujos. Esto me permitió priorizar funcionalidades, estructurar módulos personalizables, y mantener una experiencia fluida.
Un desafío importante fue diseñar el Modo de Juego Ryder, que requiere lógica de equipos, personalización de reglas, y dinámicas colaborativas. Para abordar esto, incorporé principios de diseño centrados en la comunidad, como los de Richard Millington en Buzzing Communities. El resultado fue un módulo que fomenta la conexión entre usuarios, permitiéndoles formar equipos, compartir experiencias, y mejorar el valor social de la aplicación.
Cada componente fue diseñado como parte de un sistema modular reutilizable, asegurando consistencia visual y técnica. Este enfoque transformó la complejidad en una experiencia poderosa y accesible.
La gamificación no se trata de añadir puntos. Se trata de diseñar motivación. En BeatGolf, implementé tres niveles de gamificación, y me centraré en uno de ellos: desafíos.
La aplicación incluye 10 desafíos, cada uno con 10 misiones. Completarlo desbloquea recompensas exclusivas que se pueden canjear en el MarketPlace. Esta mecánica crea un ciclo de compromiso que motiva a los usuarios a regresar, subir de nivel y ganar premios.
Inspirado por Yu-kai Chou y Actionable Gamification y por Nir Eyal en Hooked, diseñé un sistema que construye hábitos y fomenta la lealtad. Además, siguiendo las ideas de Gabe Zichermann en Gamification by Design, utilicé estas dinámicas como un motor para la retención y monetización.
Saber cuándo y cómo aplicar la gamificación es clave. En BeatGolf, los desafíos mantienen el interés del usuario, fortalecen la comunidad y alinean la motivación con los objetivos del producto.
Cierre
BeatGolf es el resultado de un proceso meticuloso, pero también de una clara intención: diseñar experiencias que conecten emocionalmente con las personas.
Desde la metodología hasta la gamificación, cada etapa fue parte de una geometría donde la forma y la función se unen. Diseñar productos digitales no se trata solo de resolver tareas; se trata de crear significado en cada interacción.
El viaje no termina aquí. Cada desafío, cada módulo, cada iteración es una invitación a seguir diseñando lo intangible